Tras la emotiva misa funeral en la Plaza San Pedro, el papa Francisco recibirá su último adiós en una procesión histórica que recorrerá el corazón de Roma. En un gesto de cercanía con el pueblo, su féretro será trasladado en un papamóvil abierto, permitiendo a los fieles acompañarlo en su despedida final.
El Vaticano confirmó que el cortejo no cruzará la Plaza San Pedro, sino que saldrá directamente por la Puerta del Perugino para iniciar un recorrido de seis kilómetros hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde el Sumo Pontífice será enterrado, cumpliendo así su deseo expresado en vida.
Un recorrido cargado de simbolismo
El trayecto pasará por varios de los sitios más emblemáticos de Roma: la Galería Príncipe Amadeo de Saboya, el Corso Vittorio Emanuele II, la Piazza Venezia, los Foros Imperiales, la Via Labicana, la Via Merulana y finalmente la Plaza Santa María la Mayor.
En parte, la ruta sigue el antiguo trazado de la Via Papalis, el camino medieval por donde los Papas realizaban sus ceremonias de entronización.
Como subraya la prensa italiana, "es la primera vez en la historia moderna de la Iglesia que el cuerpo de un Pontífice pasará por el centro palpitante del cristianismo, el corazón de la antigua Roma"
Un homenaje popular sin precedentes
Se espera la presencia de cientos de miles de personas a lo largo del recorrido, según estimaciones de Protección Civil de Italia. Para facilitar el seguimiento del funeral y el cortejo, se instalaron cuatro pantallas gigantes en puntos estratégicos de la ciudad.
Se calcula una hora y media de recorrido.
En la llegada al sepulcro, un momento especialmente emotivo será protagonizado por un grupo de 40 personas —entre ellas indigentes, víctimas de trata, personas trans y presos con permiso judicial— que rendirán homenaje al Papa con una rosa blanca, símbolo de pureza y esperanza.
Un evento de alcance mundial
El funeral del papa Francisco también reúne a representantes de más de 170 delegaciones internacionales, incluidos 50 jefes de Estado y 10 monarcas. Todos ingresarán al Vaticano por la Puerta del Perugino y se ubicarán siguiendo un estricto orden protocolar alfabético en francés, en el cual Argentina, país natal de Francisco, encabezará la lista, representada por el presidente Javier Milei.
Una hora y media
Alrededor de una hora y media es el tiempo calculado que la comitiva fúnebre tardará en llegar al final de los seis kilómetros que separan las dos basílicas. Sin prisa, dando la oportunidad de que los fieles puedan acercarse por última vez -antes de que ir a rezarle a su tumba en la basílica- a verlo en su ataúd, como le hubiera gustado a un Jorge Mario Bergoglio que siempre buscó el contacto con los fieles, como se evidenció unas horas antes de su muerte, cuando quiso dar en el papamóvil la última vuelta a la plaza de San Pedro.
Detrás del coche fúnebre sólo habrá una pequeña comitiva de coches, con la familia del papa Francisco, su familia papal -el enfermero Massimiliano Strappetti y los asistentes Piergiorgio Zanetti y Daniele Cherubi-. Probablemente detrás del ataúd irán el camarlengo Kevin Farrell y el decano del Colegio cardenalicio Giovanni Battista Re, como marca el protocolo vaticano de un Pontífice, y se espera que les sigan también los secretarios personales, Juan Cruz Villalón, Manuel Pellizzon y Fabio Salerno.